Cuándo debes reformar la instalación eléctrica en el hogar

Todo lo que debes saber antes de cambiar la instalación eléctrica

Hacer una reforma eléctrica en el hogar es un trabajo delicado que solo debe ser confiado a profesionales expertos. Ten en cuenta que se trata de instalaciones complejas que funcionan en red, y cualquier inconveniente en uno de sus elementos puede afectar al resto de los componentes. Además, su manejo requiere de ciertos conocimientos para evitar poner en riesgo tu integridad y la de tus bienes.

En ocasiones, las reformas de la instalación eléctrica responden a un incremento de las necesidades de consumo, por la incorporación de nuevos equipos que demandan una mayor carga de energía. También son necesarias cuando se trata de inmuebles antiguos, con sistemas que requieren adecuarse a las nuevas normativas.

¿Cuándo es necesario hacer una reforma eléctrica?

Un instalación eléctrica defectuosa puede ocasionar riesgos de incendio o electrocución, por lo que conviene estar muy atentos a las condiciones de nuestra red. Afortunadamente, hay ciertos indicios que nos permiten detectar el problema a tiempo y evitar accidentes de consecuencias potencialmente desastrosas.

Si algún enchufe o interruptor de la casa suelta chispas al conectar los equipos o no suministra la energía de forma regular, es señal inequívoca de que hay un problema que debe ser atendido a la brevedad. Asimismo, cuando al encender las luces notamos un olor extraño, puede deberse al recalentamiento de los cables, que deberán ser cambiados inmediatamente.

Por otra parte, las nuevas normativas europeas señalan un estándar de colores  para identificar los cables de la red eléctrica. En el caso de instalaciones muy antiguas el cableado es todo del mismo color e incluso puede estar recubierto con un material textil, por lo que será necesario hacer una renovación para cumplir con lo dispuesto y garantizar la seguridad de la instalación.

Igualmente, habrá que estar muy atento a adecuar la potencia contratada a la demanda de energía de nuestros electrodomésticos. En este sentido, la superficie del inmueble, la cantidad de equipos conectados a la red y sus características, determinarán nuestros requerimientos de suministro. Puede solicitarse una ampliación de la potencia contratada ante la compañía distribuidora de energía.

En todos estos casos, y para evitar accidentes y riesgos innecesarios es importante contar con la asesoría de un profesional calificado, que pueda realizar un diagnóstico preciso de la instalación eléctrica y sugerir los trabajos necesarios para garantizar su adecuado funcionamiento.

Instalación eléctrica en habitaciones con humedad

Las instalaciones eléctricas en la cocina y baños tienen características particulares, pues son habitaciones con humedad que requieren precauciones adicionales. Por ejemplo, en los baños deben contemplarse las normativas específicas que regulan la distancia y ubicación de los enchufes e interruptores.

Igualmente, en la cocina deben instalarse circuitos separados para la iluminación, el horno y cocina, el lavavajillas y la lavadora, y la toma de corriente, cumpliendo además con las restricciones en cuanto a la distancia entre cualquier punto de la instalación y los puntos de agua.

Como ves, se trata de lineamientos precisos que deben seguirse para garantizar la seguridad de las instalaciones.

Mantenimiento de la instalación eléctrica

Las obras nuevas generalmente cuentan con instalaciones adecuadas a las normativas vigentes y cuya vida útil puede superar fácilmente los 10 o 15 años. En los inmuebles antiguos conviene asegurarse de que se hayan hecho las reformas pertinentes o, en caso contrario, realizarlas tan pronto sea posible, pues se trata de una inversión en seguridad.

Generalmente se recomienda hacer una revisión de la instalación eléctrica cada 2 o 3 años, Para garantizar el adecuado funcionamiento de los cuadros eléctricos, enchufes e interruptores, y condiciones del cableado. Esta tarea solo debe confiarse a electricistas profesionales, capaces de detectar cualquier avería y repararla antes de que ocasione un fallo más grave, que ponga en riesgo la integridad de tu hogar y el bienestar de tu familia.