Cómo realizar una instalación eléctrica de baja tensión

A continuación, os vamos a explicar las distintas maneras para realizar una instalación eléctrica de baja tensión, así como analizaremos los puntos que se mencionan en el Reglamento Electrotécnico de Baja Tensión (REBT), explicaremos las formas de interpretar un esquema unifilar típico de los hogares y los circuitos que lo componen.

Las instalaciones eléctricas deben hacerse bajo las instrucciones técnicas ITC-BT-01 a BT-12, la cual es la edición más actualizada, la cual tiene como título “Instalaciones con fines espaciales. Infraestructura para la recarga de vehículos eléctricos”.

Cómo se distribuye una corriente eléctrica

Según lo establecido en el Reglamento Electrotécnico de Baja Tensión, las tensiones son utilizadas para distribuir una corriente alterna, las cuales están dispuestas de la siguiente manera:

  • 230 V entre fases para las redes trifásicas en tres conductores.
  • 230 V entre fases y neutro, y 400 V entre fases para las redes trifásicas en cuatro conductores.

El REBT también menciona que la frecuencia de la red debe ser de 50 Hz.

Luego, sólo debéis calcular la corriente máxima de la instalación, según lo indique la potencia máxima de la misma. Ésta se calculará utilizando la siguiente fórmula:

P=V I (Potencia Compleja)

La potencia compleja está constituida por dos componentes: la potencia activa, que se consume en la resistencia, y la reactiva, que se desarrolla en los circuitos inductivos.

Calcular el grado de electrificación y la carga de vuestra instalación

A la hora de diseñar una instalación eléctrica, se debe hacer un estudio de las cargas eléctricas previstas; de esta manera, debéis conocer la potencia de los receptores que se pretenden instalar y conectarlos al mismo tiempo, para así conocer la carga eléctrica de la instalación.

La carga de la instalación se calcula realizando una suma de todas las potencias, aunque esto no se sabe en principio, por lo que el REBT indica cuál es el grado de las viviendas, dependiendo del grado deseado. Para eso, el REBT define los siguientes grados de electrificación:

  • Grado de electrificación básica: Es necesaria para cubrir las necesidades primarias, sin la necesidad de obras de adecuación posterior. Además, permite el uso de los electrodomésticos básicos en una vivienda.
  • Grado de electrificación elevada: Es necesaria para aquellas viviendas que utilicen electrodomésticos avanzados, como los sistemas de calefacción y acondicionamiento de aire, así como una superficie mayor a los 160 m2 en una vivienda.

La potencia que se previene no debe ser menor de los 5.750 W a 230 V en una vivienda, sin importar la potencia que se quiera contratar, dependiendo del uso que tenga en la instalación eléctrica. Todo esto deberá ser acordado entre el usuario y la empresa suministradora.

En aquellas viviendas que tengan un grado de certificación elevado, la potencia no debe ser mayor a los 9.200 W. Esta potencia corresponde con la capacidad máxima de la instalación, que será asignada por el interruptor general automático, como se explica en el ITC-BT-25.

También se deberá tomar en cuenta la carga correspondiente en los conjuntos de viviendas, para así calcular el suministro de un edificio, según aparece en el ITC-BT-10.

Los esquemas unifilares y multifilares

Las instalaciones eléctricas se deben representar en esquemas que muestran los elementos encontrados en toda la instalación. Estos se denominarán como unifilares y multifilares.

Los esquemas unifilares muestran una idea general de la instalación, así como dónde estarán ubicados los elementos y el grado de electrificación. Además, muestra los interruptores de corte y el conjunto de conexiones del suministro eléctrico principal.

Los croquis multifilares dan mayor dato de la red, además de una idea más amplia de su funcionamiento, ejecución de cableado y una reparación sencilla, si se llega al caso.

Derivaciones de las electrificaciones

En el REBT se encuentran definidos los distintos tipos de circuitos independientes, a los cuales los protegen un automático de corte omnipolar, que se acciona de forma manual, y un dispositivo de protección en contra de las sobrecargas eléctricas o cortocircuitos, que posee una intensidad según su aplicación.

En el caso del nivel de electrificación básica, tendremos los siguientes tipos de circuitos:

  • C1: circuito de distribución interna, el cual alimenta los puntos de iluminación.
  • C2: distribución interna, que alimenta las tomas de corriente de uso general y de frigoríficos.
  • C3: distribución interna, que alimenta la cocina y el horno.
  • C4: alimenta lavadoras, lavavajillas y el termo eléctrico.
  • C5: alimenta las tomas de corriente de los baños y las bases auxiliares de las cocinas.

Por su parte, si la vivienda requiere que se instalen más que alguno de los circuitos mencionados anteriormente, los cuales se rigen por las necesidades ya mencionadas del grado electrificación elevada, se deberán instalar los siguientes circuitos, además de los que corresponden a la electrificación básica:

  • C6: Por cada 30 puntos de luz, se utiliza un circuito adicional de tipo C1.
  • C7: Por cada 20 tomas de corriente de uso general o la superficie de la vivienda supera los 160 m2, se utiliza un circuito adicional de tipo C2.
  • C8: circuito de distribución interna, que alimentará la calefacción eléctrica, si está prevista.
  • C9: circuito de distribución interna, que alimentará la instalación del aire acondicionado, si está prevista.